Venciendo el temor en mi vida

Fernel Monroy


“En el día que temo yo confío en ti”. Sal. 56:1

Las personas en el mundo actual apoyan su confianza en sus triunfos, desafíos, y retos, que han logrado. Cuando yo deposito mi confianza en otro y no dependo de Dios, es porque no le conozco, pues solo conozco mi capacidad, habilidad, destreza, mi audacia, mi ingenio, o la de otros, lastimosamente llega un momento en nuestras vidas en que nada de esto funciona y es cuando empezamos a darnos cuenta que en nuestra propia prudencia no podemos lograrlo todo y es en ese momento en el cual experimentamos circunstancias adversas que nos llenan de temores y de limitaciones.

El temor es un sentimiento creado por el recuerdo de las circunstancias negativas o traumáticas que adquirimos en el transcurso de nuestras vidas, éste sentimiento puede llegar a ser tan fuerte que paraliza o enferma a una persona, en algunos casos logra matar o destruir la esperanza, los sueños, las metas y los deseos de seguir adelante.
La palabra dice en proverbios 29:25 "El Temor del hombre pondrá lazo; más el que confía en Jehová será exaltado", éste lazo me paraliza, hasta convertirse en una atadura en mi vida; el temor trae consigo incertidumbre, angustia, preocupación y ansiedad.
Cuando nacemos no conocemos el temor porque aquel que nos creó nos dio Espíritu de poder, amor y dominio propio, confiamos plenamente, por esto no nos preocupa nada,
un hombre o una mujer que confía plenamente en Dios está seguro que NO TENDRÁ TEMOR DE MALAS NOTICIAS, porque su CORAZON ESTA FIRME Y CONFIADO EN EL SEÑOR. Salmo 112:7

La palabra enseña en 1 Jn. 4:18 que el AMOR echa fuera el temor, cuando conocemos y experimentamos el amor verdadero, el amor de Dios, entonces volvemos a recuperar la seguridad y la confianza, porque eso es lo que nos transmite la presencia del Señor, su palabra te hará entender que si confías en El y no en tus talentos o dones El se compromete contigo en ayudarte.

Aquellos que confían en las riquezas, talentos, dones, brujos, hechiceros, en falsos poderes o en otros hombres más que en Dios atraen sobre sus vidas maldición.

“Aquellos que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán, porque El da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas”.  Is. 40:29-31

Si lo buscas con FE y un CORAZON HUMILLADO dispuesto a ARREPENTIRTE y a OBEDECERLE, te aseguro que EL SEÑOR ABRIRA SUS BRAZOS PARA AYUDARTE Y BRINDARTE SU AMOR. NO TEMAS VOLVER A LOS BRAZOS DE AQUEL QUE PUEDE VENCER TUS TEMORES Y LLENARTE DE VIDA. Repitamos esta oración...