Mt. 8:1-4
Es importante que entendamos que Dios nos quiere sanar. Muchos piensan que la enfermedad Dios la pone en los cuerpos para probar los corazones de las personas. Pero ese es un concepto completamente equivocado. Ustedes como padres, siempre piensan en dar lo mejor a sus hijos y el Señor Jesús dijo: “¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará (buenas cosas) a los que se lo pidan? Lc. 11:11-13
Dios no va a dar a su vida un demonio para que lo atormente. La enfermedad tiene un origen en el adversario. El Señor Jesús vino a sanar a todos los que estaban oprimidos por el diablo y la enfermedad es una opresión y Dios quiere impartirnos la fe para que nosotros mismos tomemos autoridad sobre la enfermedad, para que tu mismo “reprendas”, la eches fuera, para que saques toda dolencia en tu cuerpo.
Anécdota:
Un siervo de Dios en una campaña evangelista empezó a repartir folletos a la gente que por allí caminaba, entre la gente había un leproso al que se le acercó para decirle: -Jesús, te ama y te quiere sanar-, y el leproso contestó visiblemente molesto: -¡La lepra ni Dios la sana!- Usted está equivocado, la Biblia habla de que “Jesús llevó toda enfermedad y toda dolencia sobre su cuerpo y por su llaga fuimos nosotros curados”. Is. 53:5
Aunque este hombre padecía de esta fatal enfermedad...tenía una confusión en su mente impresionante, su corazón era insensible a creer que Dios lo podía sanar. El siervo de Dios oró al Señor, diciendo; este hombre está más duro que faraón, Señor te pido que le ablandes el corazón, permite que pueda ver tu poder y tu Gloria en su vida. Mientras oraba el corazón de este hombre se ablandó y dijo: -Si es verdad que ustedes los predicadores tienen la fe para sanar los enfermos, pues ore por mi, quiero ser sano-. El siervo lo dirigió a que hiciera la oración de confesión de fe y una vez hecha empezó a reprender el espíritu de lepra y cuando estaba reprendiendo, el hombre se quebrantó y empezó a llorar diciendo: - Señor perdóname por haber sido tan duro y tan rebelde-. Cuando terminó de llorar y estaba más calmado, el siervo le preguntó ¿qué pasó?, emocionado y asombrado alcanzó a decir ...¡la lepra se fue, sentí que se había ido!
Ocho meses después el hombre de Dios recibió una llamada: ¿hermano se acuerda de mi? Y el dijo que no;-Yo soy el leproso-, aquel día el Señor me sanó, me quedaron las marcas en mis manos, pero Dios sanó la lepra y nunca más se volvió a desarrollar-. ¡¡Gloria a Dios!!
El apóstol Juan dijo: “...para esto apareció Jesucristo, para deshacer todas las obras del diablo”. 1 Jn. 3:8. La enfermedad viene para robar, le roba las finanzas, le roba la paz, la familia. Viene a destruir, porque causa estragos donde quiera que está y viene a matar porque lleva a las personas a la muerte. Pero Jesús dijo: Yo he venido para que vosotros tengáis vida y la tengan en abundancia. Jn. 10:10 Usted tiene que disfrutar la vida abundante, “la bendición de Dios es la que enriquece y no añade tristeza con ella”. Pr. 10:22
Hoy Jesús continúa sanando cuerpos, y El puede sanarte de toda dolencia... cuando Jesús te toca, no hay enfermedad por grande que sea que pueda permanecer en los cuerpos de las personas. No solamente Dios quiere salvarte en la parte física, Dios quiere sanarte en la parte del alma, y tal vez tú no tienes una buena salud porque no has creído la palabra de Dios pero hoy vas a abrir tu corazón, repite esta oración...(oración de fe).
Cierre: Señor yo creo y no acepto ninguna clase de enfermedad dentro de mi cuerpo, la reprendo en el nombre de Jesús- Si tu en un acto de humildad, acudes a Jesús y le dices: -Señor si tan solo quieres, si es tu voluntad, sáname, límpiame de mi enfermedad-. Y tienes la seguridad de decir.. Señor si tan solo quieres puedes limpiarme, el milagro ocurrirá.